Se cierne la amenaza de diluvio sobre más de 1.000 millones de personas
Publicado: 16 may 2016 18:33 GMT
En su estudio, la organización Christian Aid
señala los países que más sufrirán las consecuencias del calentamiento
global.
En 2060 más de 1.000 millones de
personas se enfrentarán a una amenaza constante de inundaciones
catastróficas por motivos climáticos, según indica un estudio de la
organización humanitaria Christian Aid.
El
documento menciona que Miami (Florida, Estados Unidos), Calcuta y
Bombay (India) y varias ciudades de China serán algunos de los lugares
que más peligro correrán por el aumento mundial del nivel de agua en el
océano.
En diciembre, los países que participaron en la Conferencia del Clima de París (Francia) se compromitieron a reducir las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, con el objetivo de limitar el calentamiento global a 2 ºC para 2100.
Ese
acuerdo también supuso la asignación de 100.000 millones de dólares
para ayudar a que los países en desarrollo reduzcan sus emisiones
dañinas a la atmósfera.
Con el calentamiento global, el cambio más importante es la capacidad para alterar la biología.
El mundo está cambiando a una velocidad que
nos es difícil procesar, interpretar y digerir. Más difícil aún es
anticipar sus consecuencias. Todos sabemos que el mundo está cambiando,
pero la velocidad es tal que es fácil perder de vista la magnitud de
estos cambios.
Un reporte del banco Goldman Sachs ofrece una arbitraria pero
reveladora muestra cuantitativa de los cambios que ocurrieron entre el
2010 y el 2015.
En ese periodo, la oferta mundial de petróleo aumentó 11 por ciento y
su precio cayó en 60 por ciento. El precio del hierro bajó aún más, 77
por ciento, y el de la comida, 30 por ciento. ¿Qué precios aumentaron?
Entre otros, los del cacao (+11 por ciento) y el litio (+27 por ciento).
Estas subidas son impulsadas por la demanda de una nueva y más numerosa
clase media que come más chocolate y compra más teléfonos móviles con
baterías de litio. La penetración de estos teléfonos pasó de un 19 por
ciento de la población a un enorme 75 por ciento, y los precios de la
telefonía celular cayeron en 58 por ciento. Pronto, casi toda la
humanidad tendrá acceso a telefonía móvil, lo que contribuirá a la ya
muy veloz digitalización de la vida cotidiana. En el 2010, Facebook
tenía 600 millones de usuarios activos al mes.
Hoy, 1.600 millones de personas lo usan mensualmente. YouTube recibía
24 horas de videos cada minuto, mientras que el año pasado recibió 400
horas por minuto. En eBay se vendían 6 trajes por minuto en el 2010, y
ahora se venden 90; el número de viajeros que se alojaron en
habitaciones y casas ofrecidas vía Airbnb saltó de 47.000 a 17 millones.
Los artículos disponibles en Wikipedia aumentaron en 20 millones (de 17
a 37).
En esos cinco años también se produjo una revolución energética. No
solo se desplomó el precio del petróleo y EE. UU. superó a Arabia
Saudita y Rusia como productor de crudo. El precio de una bombilla led
cayó 78 por ciento; el de una batería de Li-Ion, en 60 por ciento; y el
costo de la energía solar, en 37 por ciento. La eficiencia en el uso de
combustible de un camión Ford (F150) aumentó en 29 por ciento. En el
2010, la compañía más valiosa del mundo era Petrochina. En el 2015 fue
Apple.
También ocurrieron profundos cambios en el mundo del trabajo. Los
salarios siguieron estancados en los países más avanzados, mientras que
en China aumentaron en un 54 por ciento. Muchos piensan que el desempleo
y los bajos salarios se deben a la automatización y a que los robots
están desplazando a los trabajadores. En efecto, en EE. UU. el número de
robots industriales vendidos en los últimos cinco años creció en 89 por
ciento. Pero el número total de robots en uso es aún muy bajo, y el
impacto sobre el empleo todavía no es significativo. Pero lo será.
Y esta preocupación por empleos e ingresos lleva a señalar otros
cambios importantes que ocurrieron en el pasado quinquenio. La
desigualdad económica siempre ha existido, pero en los últimos 5 años
adquirió una enorme visibilidad. Entre otras cosas, porque si bien a
nivel mundial la desigualdad disminuyó, en los países más avanzados
aumentó, por lo que se convirtió en un tema central del debate nacional
en todas partes, lo cual es bueno. El peligro, por supuesto, es que este
tema en manos de demagogos suele llevar a la adopción de políticas que
en vez de reducir las inequidades las aumentan. Pero, sin duda, este
problema requiere urgente y eficaz atención.
Otro informe recién publicado también arroja interesantes luces sobre
las grandes transformaciones en curso. Por los pasados diez años, el
Foro Económico Mundial prepara su Reporte Anual de Riesgos Globales. El
Reporte se basa en las percepciones que 750 reconocidos expertos de
diferentes ámbitos y países tienen sobre los principales riesgos que
enfrenta el mundo. Por varios años, la crisis económica mundial ocupó el
primer lugar entre las preocupaciones de los expertos. Ya no. En la
edición de este año, el cambio climático (que en los últimos tres años
estuvo entre los 5 mayores riesgos) llega al primer lugar como el más
grave y el de mayor impacto entre todos los riesgos contemplados. Le
siguen la proliferación de armas de destrucción masiva, los conflictos
por la escasez de agua y los masivos movimientos migratorios
involuntarios. Señala el informe que hoy ya hay 60 millones de personas
involuntariamente desplazadas (de ser un país, los refugiados serían el
24.° más poblado del planeta). El reporte también le da mucha
importancia a la cibercriminalidad, que ya causa 445.000 millones de
dólares de pérdidas anuales y crece a gran velocidad.
Pero quizás, junto con el calentamiento global, el cambio más
importante de los últimos años es el aumento de nuestra capacidad para
alterar la biología. En el 2010 el costo de especificar la secuencia de
un genoma era de 47.000 dólares. Cinco años más tarde cayó a 1.300
dólares. Y sigue bajando.
El planeta lleva 11 meses rompiendo récords de calor
Por Prensa Asociada
04/19/2016 |03:15 p.m.
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Científicos dicen que el calor es resultado del fenómeno El Niño y del calentamiento global causado por la actividad humana.
La racha de meses con calor récord en la Tierra alcanzó 11 meses, en sí mismo un récord.
La
Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos
dijo el martes que la temperatura promedio global en marzo de 13,94
Celsius (54,9 Fahrenheit) fue no solamente el marzo más caliente, sino
que continúa una racha iniciada en mayo.
De acuerdo con la
científica climática de la NOAA, Jessica Blunden, la marca previa de 10
meses con calor récord fue fijada en 1944. Científicos dicen que el
calor es resultado del fenómeno El Niño y del calentamiento global
causado por la actividad humana.
Blunden y Michael Mann, de la
Universidad de Pennsylvania, temen que la gente se vaya a desensibilizar
ante la reiteración de mensajes y no entender el efecto real que tiene
en el clima, por ejemplo, los enormes cambios en lo que se supone sea el
invierno en el Ártico. El deshielo en Groenlandia comenzó más temprano
que nunca antes este año. El Ártico tuvo su menor máximo de hielo
invernal y marzo registro la segunda menor acumulación de nieve en el
hemisferio norte.
"En cierto sentido se está volviendo monótono",
dijo Jason Furtado, profesor de meteorología en la Universidad de
Oklahoma. "Es absolutamente perturbador... estamos perdiendo elementos
críticos de nuestro sistema climático".
Aparte de NASA, la NASA,
la agencia meteorológica de Japón y mediciones por satélites han
reportado que marzo registró un calor récord. Blunden dice que existe
una gran posibilidad de que abril extienda la racha. Eventualmente,
agregó, la racha de meses récord acabará cuando El Niño se disipe.
El
Niño, un calentamiento de las aguas del Pacífico que afecta el clima en
todo el mundo, tienen a elevar las temperaturas. Su contraparte, La
Niña, se producirá más tarde este año.
Derretimiento de glaciares pone fin a paseos en Nueva Zelanda
Nueva
Zelanda es famosa por sus paisajes naturales y una de sus principales
atracciones son dos glaciares impactantes e inusuales, que serpentean a
lo largo de una montaña y a los que uno puede acercarse a pie. Los
glaciares Fox y Franz Josef, sin embargo, se están derritiendo a paso
tan acelerado que resulta peligroso para los turistas acercarse a ellos
por un valle, lo que ha puesto fin a una tradición centenaria. Dado que
las temperaturas mundiales siguen subiendo y no hay indicios de que eso
vaya a cambiar, los científicos dicen que este es otro ejemplo de cómo
el calentamiento global está afectando el medio ambiente.
Nueva Zelanda tiene una industria turística floreciente y el año
pasado casi un millón de personas vieron los glaciares y los valles
espectaculares que han generado, pero la única forma de llegar a ellos
ahora es mediante helicópteros.
Los operadores de tours ofrecen vuelos y caminatas guiadas por los
glaciares, pero por razones logísticas se permiten solo 80.000
visitantes al año, la mitad de lo que alguna vez admitieron. Otras
150.000 personas toman vuelos que aterrizan brevemente encima de los
glaciares.