Repensando las políticas de eficiencia energética
Actualizado el 26 de julio de 2016 a las 12:00 am
La manera de hacer que la energía renovable sea competitiva es logrando que su precio baje
CRACOVIA – Mejorar la eficiencia energética es una
política de moda que promueven los gobiernos en todo el mundo. En los
papeles, parece algo obvio: mejorar la eficiencia energética se vende
como una medida que reduce costos, genera empleos y salva al planeta. Se
gana por todos lados –y los medios suelen aportar su granito de arena
al centrarse enteramente en todos los supuestos beneficios–. Pero la
historia tiene otra cara, y es negativa.
Después de
invertir 240 millones de libras (316 millones de dólares), el Reino
Unido puso fin el año pasado al financiamiento oficial de su programa
insignia de préstamos para la eficiencia energética, después de que un
informe mordaz de la Oficina Nacional de Auditoría revelara que el
programa no convencía a la gente de suscribirlo ni ofrecía medidas
costo-efectivas de ahorro de energía para quienes sí lo hacían. La
política “no persuadió a los dueños de los hogares de que valía la pena
pagar por las medidas de eficiencia energética”, según los auditores, y
“no ofreció ningún beneficio significativo”.
Y una
política de eficiencia energética muy promocionada en California pareció
mucho menos espectacular cuando el economista ambiental Arik Levinson
–execonomista sénior para cuestiones ambientales del Consejo de Asesores
Económicos bajo la presidencia de Barack Obama– la analizó más de
cerca. Cuando se lanzaron los estándares de eficiencia, la Comisión de
Energía de California proyectó que los hogares construidos según esas
normas utilizarían un 80% menos de energía, un logro excepcional.
Pero
esto nunca sucedió. No existen evidencias, concluyó Levinson, de que
los hogares construidos desde que California instituyó sus códigos de
energía para la construcción utilicen menos electricidad hoy que los
hogares construidos antes de que entraran en vigor esos códigos.
Una
razón es el efecto “rebote”. Mejorar la eficiencia energética en
realidad puede llevar a un mayor consumo de energía. A medida que
nuestros autos, aviones, edificios y electrodomésticos se vuelven más
eficientes, seguimos encontrando maneras novedosas y creativas de
consumir energía. Consideremos la tecnología a nuestro alrededor, en
este momento. En el mundo desarrollado, estamos rodeados de todo tipo de
objetos tecnológicos (iPads, licuadoras, robots automáticos que hacen
las veces de aspiradoras) que nuestros padres ni tenían ni habrían
imaginado que alguna vez necesitarían.
Quienes están a favor sugieren que hay una “brecha de
eficiencia energética” significativa: los gobiernos y las empresas han
ignorado y eludido inversiones que podrían reducir significativamente el
consumo de energía a bajo costo. En verdad, existe escasa evidencia de
que la gente se esté comportando de manera tan irracional, o de una
brecha significativa.
Las verdaderas mejoras en
materia de eficiencia energética pueden ser muy costosas. En una
evaluación para el Centro de Consenso de Copenhague, el grupo de
expertos que dirijo, investigadores examinaron el costo del objetivo de
las Naciones Unidas de “duplicar la tasa global de mejora de la
eficiencia energética” para el 2030. Este es uno de los 169 nuevos
objetivos que determinarán la manera en que se gaste el dinero destinado
al desarrollo en los próximos 15 años.
Las
inversiones actuales en suministro de energía ascienden a más de 1,6
billones de dólares anualmente, mientras que 130.000 millones de dólares
están destinados a la eficiencia energética y 250.000 millones de
dólares, a renovables. La Agencia Internacional de Energía espera que el
total ascienda a dos billones de dólares en el 2035, con un incremento
del gasto en eficiencia energética que llegaría a 550.000 millones de
dólares. Sin embargo, los investigadores determinaron que costaría 3,2
billones de dólares lograr el objetivo de duplicar la tasa de mejora de
la eficiencia energética.
Por supuesto, esto arrojaría
beneficios: se ahorrarían 3 billones de dólares al evitar la necesidad
de más inversión en infraestructura, los beneficios para la industria y
los consumidores rondarían los 500.000 millones de dólares y se
reducirían las emisiones de CO2 por un valor de entre 25.000 millones y
250.000 millones de dólares anualmente para el 2030. De manera que, en
total, los beneficios superarían en 2,3 o 4 veces el costo. El dato
suena bastante impresionante, hasta que uno compara este resultado con
otra estrategia frente a la energía.
Reconozcamos,
ante todo, que todavía estamos muy lejos de poner fin a nuestra
dependencia de los combustibles fósiles. De manera que, si somos serios
cuando hablamos de ocuparnos del cambio climático, necesitamos
desarrollar tecnología verde al punto que sea más barata que el
petróleo, el gas o el carbón.
Como sucede con los
argumentos sobre una “brecha” de eficiencia energética, algunos dicen
que la energía verde ya es más económica y que lo único que falta es
voluntad política. Pero no es así. La energía verde cuesta 168.000
millones de dólares en subsidios cada año y, para el 2040, en realidad
estaremos pagando incluso más: 206.000 millones de dólares por año. Y,
aun con estos subsidios masivos, apenas el 2,4% de nuestra energía
provendrá de fuentes verdes en el 2040, según una estimación de la
Agencia Internacional de Energía.
La manera de hacer que la energía renovable resulte
competitiva es logrando que su precio baje. Necesitamos un incremento
drástico de la financiación para investigación y desarrollo, para que
las próximas generaciones de energía eólica, solar y de biomasa sean más
económicas y más efectivas.
Nuestra investigación
revela que si estuviéramos dispuestos a dedicar apenas el 0,2% del PIB
global a investigación y desarrollo de energía verde, podríamos aumentar
drásticamente las posibilidades de un avance. El objetivo más
inteligente de las Naciones Unidas entonces sería “duplicar la
investigación, el desarrollo y la demostración (ID+D) en tecnologías
energéticas”. Esto tendría beneficios 11 veces superiores al dinero
invertido.
Esta estrategia sería mucho más eficaz que
los subsidios ineficientes, o que centrarse en mejoras de eficiencia
incrementales. Un plan liderado por la tecnología se centraría no solo
en la energía solar y eólica, sino también en una amplia variedad de
otras tecnologías de energías alternativas.
Esto no
quiere decir que debamos ignorar las oportunidades para hacer que la
energía sea más eficiente, o que debamos invertir exclusivamente en ID+D
a costa de mejoras de la grilla actual. Pero deberíamos ser mucho más
escépticos respecto de las políticas que dicen tener solo implicancias
positivas para la gente y el planeta.
Bjørn Lomborg
es director del Centro de Consenso de Copenhague y profesor visitante
de la Escuela de Negocios de Copenhague. © Project Syndicate 1995–2016
"No podemos esperar que
después del calentamiento antropogénico significativo producido, se
reduzcan las emisiones de carbono y esperar que el clima vuelva a la
normalidad por sí mismo. No lo hará."
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2313241/0/calentamiento-global/producido-emisiones-dioxido/carbono-irreversible-perdurara-siglos/#xtor=AD-15&xts=467263
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2313241/0/calentamiento-global/producido-emisiones-dioxido/carbono-irreversible-perdurara-siglos/#xtor=AD-15&xts=467263
Una ecuación teórica
constata que el calentamiento del planeta es irreversible
Emisión de CO2 Emisión de CO2. (GTRES)
Según una ecuación teórica, el calentamiento global es el resultado
de la acumulación de las emisiones de carbono desde finales de 1800.
La ecuación teórica revela la compleja relación de los niveles de
dióxido de carbono y el sistema oceánico
La quema de combustibles fósiles aumenta los niveles de CO2 en la
atmósfera que conducen al calentamiento global y el efecto invernadero.
ECO
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¿Qué es esto?
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EP. 02.12.2014 - 13:33h
Investigadores han identificado, por primera vez, cómo el calentamiento
global está relacionado con la cantidad de dióxido de carbono emitido a
la atmósfera, según una investigación que se publicará en la revista
Nature Geoscience.
Un equipo de investigadores de las universidades de Southampton, Bristol
y Liverpool ha formulado la primera ecuación teórica para demostrar que
el calentamiento global es el resultado de la acumulación de las
emisiones de carbono desde finales de 1800, cuando comenzaron las
emisiones de carbono por el hombre. Los resultados están de acuerdo con
los datos anteriores de los modelos climáticos.
La ecuación teórica revela la compleja relación de los niveles de
dióxido de carbono y el sistema oceánico. La quema de combustibles
fósiles aumenta los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera que
conducen al calentamiento global y el efecto invernadero, compensado en
parte por los océanos absorbiendo calor y carbono.
Cada billón de toneladas de carbono emitido generan un grado centígrado
de calentamiento global
Los resultados muestran que cada billón de toneladas de carbono emitido
generan un grado centígrado de calentamiento global. También indican que
la acumulación de carbono emitido durante los últimos 200 años
permancerá últimos durante siglos a milenios, incluso si las emisiones
de carbono son posteriormente eliminadas.
Los resultados también revelan que el calentamiento de la superficie
está relacionada con la cantidad total de carbono de los combustibles
fósiles emiten, con pocos cambios en el tiempo mientras la captación de
carbono en el océano y el intercambio de calor casi se anulan entre sí.
Perdurarán los efectos durante siglos
Phil Goodwin, profesor de Oceanografía y Ciencias de la Tierra de la
Universidad de Southampton, dijo: "Nuestro análisis destaca la
naturaleza casi irreversible de las emisiones de carbono para el
calentamiento global. Una vez que el carbono ha sido emitido a la
atmósfera, el efecto de calentamiento perdurará durante siglos, incluso
después de que gran parte del carbono haya sido absorbido por el
océano".
Una vez que el carbono ha sido emitido a la atmósfera, el efecto de
calentamiento perdurará durante siglos
"No podemos esperar que después del calentamiento antropogénico
significativo producido, se reduzcan las emisiones de carbono y esperar
que el clima vuelva a la normalidad por sí mismo. No lo hará."
Ric Williams, Presidente en Ciencias del Mar de la Universidad de la
Escuela de Ciencias Ambientales del Liverpool, ha añadido: "Teniendo en
cuenta la complejidad del sistema climático, fue una sorpresa descubrir
con qué facilidad se establece la relación entre el calentamiento global
y la cantidad de carbono que emitimos".
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2313241/0/calentamiento-global/producido-emisiones-dioxido/carbono-irreversible-perdurara-siglos/#xtor=AD-15&xts=467263
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2313241/0/calentamiento-global/producido-emisiones-dioxido/carbono-irreversible-perdurara-siglos/#xtor=AD-15&xts=467263
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